sigue este canal

https://www.dailymotion.com/f100001324100827

martes, 22 de marzo de 2016

Iglesia de Filadelfia. Iglesia Fiel.


                                              Iglesia de Filadelfia. Iglesia Fiel.

Apocalipsis 3 7-13
Esta era una ciudad de Asia Menor que aún existe en Turquía, bajo el nombre de Alasehir. Fue fundada por el rey de Pérgamo, quien le dio el nombre a la ciudad por el amor que le tenía a su hermano. “Filadelfia” literalmente significa: amor fraternal.

Era una ciudad muy próspera por su comercio, el cual floreció por estar situada en la principal ruta comercial de la región. Esta ciudad está localizada en un punto estratégico, en la frontera entre imperios. Era la “puerta” que unía el Este y el Oeste.

Filadelfia era conocida como la “pequeña Atenas” debido a sus numerosos templos y festivales paganos. Los creyentes de la ciudad tenían que contender contra la fuerte corriente pagana. También recibieron un fuerte rechazo por parte de la colonia judía del lugar.
La iglesia de Filadelfia es única entre las siete iglesias porque es la única iglesia contra la cual el Señor no tiene queja alguna. ¡Es la iglesia que deleita a Cristo!

En todas las otras cartas el Señor  se vale de símbolos para describirse a sí mismo que proceden de la visión que tuvo Juan de él, tal y como vemos en el capítulo 1. Sin embargo, en esta carta, usa otros títulos para describirse a sí mismo. Les dice claramente quién es y lo que hace. ¿Quién es? Es "el Santo y Verdadero, es santo y moralmente perfecto. No hay en su carácter la menor falta ni imperfección, además es la realidad genuina, el verdadero, el que se encuentra detrás de todo lo que existe. Ese es el Señor.

¿Qué hace? El Señor hace referencia a este pasaje de Isaías y se lo aplica a sí mismo: "soy el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra. Nadie se puede oponer a su voluntad. El gobierna los acontecimientos de la historia en la tierra. El es el que abre algunas puertas y el que cierra otras. Lo que él abre nadie lo puede cerrar y lo que él cierra nadie lo puede abrir. No hay ningún poder humano que pueda oponerse a lo que Dios decide.

PUERTA ABIERTA

Jesús tiene las llaves, por lo tanto Él tiene la autoridad y el poder de abrir y cerrar puertas. En el caso de la iglesia de Filadelfia, el Señor les dijo que Él abría una puerta para ellos.

Los creyentes de Filadelfia habían sido obedientes y fieles al Señor; sin embargo no contaban con mucho poder…pero Jesús sí. Por eso Él, quien tiene la llave, se ofrece a abrir la puerta de oportunidad.

La puerta abierta no es un derecho sino un regalo, una oportunidad.  Pero cuando el Señor la abre, nadie ni nada la podrá cerrar.

Algunos creyentes en Filadelfia eran judíos. Ellos creyeron que Jesús era su Mesías. Pero por no todos los judíos del lugar creyeron. Los que no creyeron rechazaron a los que creyeron, al punto que no los dejaron entrar más a la sinagoga de la ciudad.

Pero, como dice el refrán, “donde se cierra una puerta, se abre otra”. A los judíos creyentes se le cerró la puerta de la sinagoga, pero Jesús les dijo que Él ponía “una puerta abierta que nadie podría cerrar” (3:8).

Los judíos de la sinagoga acusaban a sus hermanos creyentes de “no ser judíos”. En su mente no era compatible “ser judío” con “creer en Jesús”, tal como sucede hoy en día con el judaísmo rabínico.

Pero Jesús consoló a los creyentes  de Filadelfia diciéndoles que ellos eran verdaderos judíos. Quienes eran falsos judíos eran los otros.

Juan 8:38
Jesús mismo confronta a los judíos por no obrar como obro Abraham y por querer matarlo.
Juan 5: 44-47

Jesús mismo ataca a los judíos con sus propias creencias pues se apegaban mas a sus tradiciones a que lo que realmente era importante apegarse

Mateo 23:13

Los fariseos les cerraron la puerta de la sinagoga a los creyentes mesiánicos en Filadelfia. Fueron excomulgados. Ellos ya no pudieron entrar más a la sinagoga de la ciudad. Sin embargo, Jesús les abrió otra puerta, la del Reino de Dios. El Señor es quien tiene la llave del Reino, no los religiosos.

Las religiones creen poseer “la verdad”. Creen tener la llave de la salvación. Pero la realidad es que sólo el Señor tiene la llave de la vida eterna y la llave del Reino. Él es quien abre, y nadie puede cerrar, y quien cierra y nadie puede abrir.

Aunque los religiosos nos rechacen y nos cierran las puertas de sus iglesias, la puerta que nos interesa cruzar es la del Reino de Dios. La llave la tiene Jesús, y con él es quien debemos quedar bien, no con los hombres.

LA HORA DE LA PRUEBA

La Biblia habla de un tiempo de prueba que vendrá sobre toda la Tierra. Esta “hora de prueba” también se conoce como el período de “la gran Tribulación” (Apoc. 6 al 19).

Muchos tiemblan ante la mención de tribulación. Pero en lugar de dejarnos atemorizar, debemos entender que el propósito de las pruebas no es destruirnos, sino todo lo contrario; la meta es limpiarnos y prepararnos.
Malaquías 3:2-3

Hay dos formas de purificarnos. Una es someternos a esta disciplina voluntariamente, es decir, limpiarnos “por las buenas”, siendo fieles y perseverantes. Quien tiene la disciplina no necesita ser disciplinado.

La otra forma es esperar a que venga sobre nosotros la hora de la prueba, lo cual hará el proceso más difícil. Pero aun esto es bueno.
Juan 17:15

RECOMPENSAS
Lo que no debemos olvidar en medio de la tribulación y las pruebas es que la perseverancia tiene su recompensa.
Hebreos 10:35-36 
En el momento de la tribulación es cuando más tentación tendremos para darnos por vencido. Pero es precisamente en esos momentos cuando debemos asirnos con más firmeza a Dios y a Su verdad.
2 Juan 1:8

Cuando se intensifique la tribulación sabremos que Él está cerca, ya sea para salvarnos, para subirnos de nivel o porque viene ya a la Tierra.

UNA CORONA

Una de estas recompensas que Jesús ofrece es una “corona”.
(Apocalipsis 3:11)

Santiago nos habla de esta corona.
(Santiago 1:12) 

También Pablo habla acerca de la corona que le será dada al que persevere.
(2 Timoteo 4:7-8) 

La corona que Dios nos ofrece es mejor que cualquier recompensa terrenal.
(1 Corintios 9:25) 


AL VENCEDOR
Además de la corona, el Señor promete las siguientes recompensas a aquellos que salgan vencedores de las pruebas en la iglesia de Filadelfia:
(Apocalipsis 3:12) 


a. Columna en el Templo
Todos los creyentes somos llamados a ser piedras vivas que conforman el Templo espiritual.
Efesios 2:20-22.

Sin embargo, a los vencedores se les dará un lugar especial en el Templo espiritual, como columnas,

Las columnas son las que dan estabilidad a un edificio. Sin ellas, la estructura estaría en riesgo ante cualquier viento, lluvia o temblor.

Ser columna espiritual implica tener una posición de autoridad, tal como la tenían los apóstoles (Gal. 2:9). No sólo se trata del “derecho” de ser autoridad, sino sobre todo la responsabilidad de sostener a muchos, a través de la enseñanza de rectitud y con el ejemplo de una vida recta.


b. El Nombre de Dios
Otra recompensa a los vencedores es llevar el Nombre de Dios, del Cordero y de la Ciudad de Dios.
(Apocalipsis 3:12)

Cuando una persona llevaba sellado en su mano o frente el nombre de alguien, esto quería decir que uno le pertenecía a dicha persona. Es un sello de propiedad y de pertenencia. Los que llevan el Nombre de Dios escrito es porque le pertenecen a Él por completo. Además, llevarán escrito el nuevo nombre de Jesús, el cual será revelado al final de los tiempos.

En el último capítulo de Cantares vemos cómo el Novio le pide a la Novia que selle Su Nombre en su brazo y en su corazón, como señal de compromiso y amor eterno.
(Cantares 8:6)

Esto es lo que el Señor nos pide también a nosotros. Pero esto implica un compromiso serio, de una entrega total.

Entre los que serán sellados con el Nombre de Dios se encontrarán los 144,000 Redimidos.
(Apocalipsis 14:1)

Estos serán protegidos de las copas de ira al final de los tiempos.
(Apocalipsis 7:1-4) 

En contraste, están aquellos que se dejarán sellar con la marca de la bestia, es decir, el Anticristo (Apoc. 14:9-12).

c. El nombre de la Ciudad de Dios
Los vencedores también serán sellados con el Nombre de la Ciudad de Dios, la cual es Jerusalén. Este sello funcionará como el documento de identificación del Reino de Dios, o como el pasaporte que dará entrada libre a la Nueva Jerusalén.
 (Apocalipsis 21:23-27) 

El Nombre de Jerusalén estará escrito en sus frentes, y a la vez sus nombres estarán escritos en el Registro de ciudadanos del Reino de Dios.

El profeta Isaías hace mención de los que son llamados por el nombre de la Ciudad de Dios.
(Isaías 60:14)

Esto es lo mismo que Jesús les dijo al principio a los creyentes de Filadelfia:
(Apocalipsis 3:9b)

Que esta iglesia sea una referencia para todos nosotros de no negar a Dios, si no de seguirlo fielmente durante todas nuestras vidas.

Iglesia Cielo Nuevo y Tierra Nueva.


No hay comentarios:

Publicar un comentario