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martes, 9 de febrero de 2016

Camino, Verdad y Vida.


              Camino, Verdad y Vida.

Juan 14:6.
Este es un texto sumamente conocido, muchos lo recitamos de memoria, pero miremos hoy algunas cosas que Dios nos quiere hablar.

Claro está que la Vida Eterna no consiste simplemente en creer o aceptar que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida. Tú puedes pasarte toda una vida repitiendo a quien quiera oírte: “Yo creo que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida”, que no por eso tendrás asegurada la vida eterna.
Porque el principio de la vida eterna da acceso cuando, además de creer y declarar que Cristo es el Camino, tomamos la nada sencilla pero posible decisión de comenzar, de manera genuina, a transitar por ese Camino. Esto es: caminarlo con todas sus alternativas; de las buenas y de las otras.
Muchos piensan que aceptando la fórmula y creyendo en ese principio, todo estará arreglado. Pero déjame decirte que no funciona así, porque ese es solamente el anuncio, el letrero que te dice dónde está el camino. Lo que sí va a funcionar es el caminar por donde ese letrero te dice que debes caminar.

Hay algo que definitivamente está más que claro: cuando una persona acepta los conceptos y las doctrinas correctas, lo único que tiene es una religión pintada o barnizada con el color del cristianismo, pero no necesariamente tiene a Cristo.

Normalmente, una religión tiene: un fundador, tiene un libro y tiene una doctrina extraída, obviamente, de ese libro. Ejemplo: Mahoma fue el fundador del Islam, mientras que el libro que lo recuerda y contiene los principios musulmanes, es el Corán.
José Smith fue el fundador de los denominados como “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días”, más conocidos como “mormones”. Tienen un libro, “El Libro de Mormón” y una serie de reglas y principios que ellos respetan y obedecen, al igual que los musulmanes con Mahoma, en honra al fundador ya desaparecido.
El cristianismo también tiene un fundador: Jesucristo, y también tiene un libro: la Biblia. Si hacemos como hacen ellos, siguiendo las reglas, principios y preceptos que allí están escritos, seremos una religión más: la religión cristiana.
Pero resulta que hay una enorme diferencia que no siempre es vista, y que cuando lo es, no siempre es creída: el fundador del cristianismo, está vivo. No va a contradecir su palabra escrita, pero puede hacer algo nuevo hoy mismo, como lo haría cualquier persona que vive.
¿Lo crees? ¿De verdad que lo crees? Mira que en creerlo o no, hay mucho en juego. De allí que limitarte a aceptar que Cristo es el fundador, aceptar que la Biblia es el libro y que todo lo que allí está escrito se debe creer y obedecer, no te hace cristiano. En todo caso, te hace miembro de la religión cristiana. Lo que sí te hace cristiano, es tener genuinamente a Cristo en tu vida.
Mateo 28: 20
Es curioso, pero no dice “Mi doctrina estará con ustedes todos los días”. Tampoco dice “Los conceptos sobre mi persona los acompañarán todos los días”. Dice YO ESTOY con ustedes todos los días. ¿Y entonces? Entonces ¡Está vivo! ¿Vivo? ¿Cómo vivo?
¿Y ese hombrecito crucificado? Ese es Cristo tal cual como a los demonios les encanta que lo veamos. ¿Y ese pobre hombre sufriente, con sangre en el rostro por su corona de espinas y un pecho abierto donde se ve su corazón sanguinolento? Ese es un cuadro de Jesús de Nazaret pintado por Pepe Satanusky. ¿Y tú te lo creíste? ¡Era un cuadro! – ¡Pero hermano! ¡Es que él murió así! ¡Claro que murió así! ¡Pero resucitó al tercer día! ¿Por qué vamos a tomar a la cruz como muerte si en realidad fue una clara victoria sobre la muerte?
Por eso, cuando Cristo se mueve, (Porque: ¿Cuántos saben que todo lo que está vivo se mueve?) Cuando Cristo se mueve, cualquier día, empiezan a haber problemas en la iglesia. ¡No! ¿No? ¡Hermanos! ¡Esto nunca se hizo antes! ¿Será de Dios?
No sé: ¿Qué dice la palabra? Que Jesús resucitó a Lázaro. ¿Y entonces por qué te asustas si en el funeral del hermanito Fulano, pobrecito, por ahí por la madrugada, el muerto empieza a moverse y se sienta en el ataúd? ¿Por qué vas a asustarte si lo que está haciendo es bíblico?
Sí, claro, es bíblico, pero… ¿Sabes? ¡Nunca pasó antes! No es la costumbre, no está en la tradición de nuestra iglesia, de nuestra denominación; jamás ocurrió. Esas son reglas, normas. Ahora bien; si decidimos vivir sobre la base de reglas, estatutos, costumbres, tradiciones y normas, ¿Para qué hubiéramos necesitado que Jesús resucitara? No hay duda, hermano: cuando Cristo se mueve, en el primer lugar que arma un batifondo monumental, es en la iglesia. Y te digo más: el mundo es capaz que se lo cree más rápido.
Después tenemos el Pentecostés. Vamos a ver. Una religión que vive por la interpretación de un libro transformado en doctrina. ¿Necesitaría un Pentecostés? Sería incomprensible, ¿Verdad? Sin embargo, y en aras de una interpretación doctrinal que no se discute pero que no se sabe muy bien en qué parte de la Biblia está, hay mucha iglesia denominada cristiana por allí, que también vive sin un Pentecostés.
Eso, aunque te parezca insólito, la transforma en una iglesia cristiana que vive sin Cristo. ¿Cómo que vive sin Cristo si su mensaje es cristocéntrico? Claro, pero sólo conoce y difunde su historia, sus palabras, su enseñanza y sus dogmas, pero que no evidencia su presencia actual. Porque no sé si recuerdas que te dije que Él está vivo, ¿No es cierto? Y eso está sucediendo HOY.
Hay algo que como cristiano debes tener muy en claro: Cristo no vino a la tierra a fundar una religión. Él vino a vivir una vida. Su máxima enseñanza, partiendo de la base del evangelio que él predicaba: (El Reino de los Cielos se ha acercado), era que los demás vieran cómo vivía Él, y que pudieran seguir sus pasos y vivir igual.
La Biblia nunca dijo que el que tiene la mejor doctrina, el mejor dogma, la mejor teología, tiene la vida. La biblia siempre dijo y dice aun que el que tiene al Hijo tiene la Vida. Esa es le verdad. Y la verdad, (Recuerda que: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”), es inconfundible porque es una persona: Cristo; no una suma de dogmas.
El cristianismo, cuando se reduce o se limita a una religión, es lo más parecido a un velatorio, a un funeral. Supongo que has ido alguna vez a un funeral de alguien, ¿Verdad? En un funeral, todo el mundo habla del que se murió. Se comenta lo que hizo y lo que no hizo, lo que dijo y lo que no dijo. Es lo más normal, casi natural y corriente.
Se te muere un familiar y, cuando hablas de él, hablas de lo que hizo cuando estaba vivo, hablas de las cosas que decía cuando estaba vivo. Porque desde que se murió hasta este momento, ya no sabes más nada de él, así es que muy poco es lo que podrías decir. Entonces pregunto: ¿Nadie, por ventura, se ha dado cuenta que en una enorme proporción de cristianos ocurre lo mismo?
Entonces llegamos a un templo de cualquier congregación y empezamos. Zaqueo, Los Leprosos, El Ciego Bartimeo, siempre lo mismo. Lo miramos de aquí, lo miramos de allá, lo enfocamos desde este ángulo, lo apuntamos desde aquel ángulo. Nos identificamos con tal interpretación, nos adherimos a la otra interpretación, discutimos por ellas, pero no salimos de lo que hizo Zaqueo, los leprosos o el ciego Bartimeo.
Parece que fuera un sistema como que hablamos de uno que se murió y que se quedó muerto. Entonces, todo lo que hablamos de él, es lo que él hacía cuando estaba vivo. Es allí donde parece que nuestros hijos se educan, se forman y se crían en un enorme funeral de domingo. Siempre oyen hablar de lo mismo. De lo que Jesucristo hacía cuando estaba vivo.

E y es necesario entender que Cristo, aun se mueve y tiene acciones, que en ocasiones no son muy bien recibidas por los creyentes, les repito algo que tiene vida, tiene movimiento. Cada vez que Cristo se mueve trae caos a muchas personas solo porque no quieren ser movidos de su comodidad.

Efesios 3: 14

Jesús dijo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Él jamás dijo que el que creía en Él tenía la doctrina correcta. O que el que creía en Él tenía el sistema teológico verdadero. El que tiene al Hijo, tiene la Vida, no el que tiene la doctrina correcta. ¿Por qué nos peleamos por doctrina, entonces? Hombres ilusos.

Hoy en día, los creyentes están más centrados en el culto que en Cristo. ¿Qué crees que es la vida cristiana: tenerlo a Cristo dentro o venir a un culto todos los domingos? Ya me imagino lo que me estás respondiendo: somos rápidos para las respuestas correctas: “¡Las dos cosas, hermano!” ¡Muy bien!, Pero: ¿Me dejas que te pregunte algo con total sinceridad, para ser respondido del mismo modo? Revísate. ¿Tienes, verdaderamente, las dos cosas?
Cuidado, no quiero que te confundas. El culto tiene un lugar importante en la vida cristiana, a eso nadie te lo puede minimizar, despreciar o alterar. Pero doble cuidado: jamás el culto podrá tener un lugar en lugar de Cristo. Está escrito: Es Cristo en nosotros, la esperanza de gloria.
Nadie dirá que alguien que le da prioridad por sobre todo al culto, sea un hermano infiel, de acuerdo. Pero te diré algo: será un hermano que no crece. Por eso hay tana gente que no crece. ¿Quieres examinarte? Pregúntate ahora: ¿Qué pasaría con mi vida de fe si tuviera que pasarme tres meses sin ir al templo?
¿Quieres desmitificar una frase hecha? Ahí va: Cristo dijo: Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, ¿No es cierto? Y nadie viene al Padre sino por mí. Bueno; creer que Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y que nadie viene al Padre sino por Él, es un concepto que, cuando se acepta, la iglesia a coro te dice: ¡Tú eres salvo! Pero hay un problema: la escritura no dice que tiene la vida el que ACEPTA que Él es el camino: Dice que es salvo el que RECORRE ese Camino.
El gran problema de la iglesia, hoy día, es confundir conceptos con vida. Todas las religiones están basadas en conceptos. Para pertenecer, hay que aceptar esos conceptos. Pero con nosotros pasa lo mismo. Si tú quieres ser bautista, pentecostal o hermano libre, por decir algunos, tendrás que aceptar sus diferentes y respectivos conceptos.
No hay un Cristo bautista, otro pentecostal y otro hermano libre, desde ya, pero hay distintos conceptos sobre Cristo en cada uno de esos lugares. Los conceptos son las doctrinas, las formas, los sistemas. Pero ¡Cuidado! Tener los conceptos acertados, no quiere decir que andemos bien. Porque Cristo dijo: ¡Yo soy el Camino!
Verdad.
Jesucristo es la revelación, final y completa de Dios. Jesús es la verdad. " Yo soy la verdad. ” "Yo y yo solo, y nadie más soy la verdad. ” Jesús es la encarnación real de la verdad. Él es el representante autoritario y revelador de Dios. Él oye lo que el Padre dice y hace lo que el Padre le dice hacer que haga (5:19; 8:29). La explicación sobre Juan 14:6 nos apunta: "Yo soy el camino que revela la verdad (sobre Dios) y da la vida (a la gente)”
Los hombres han cambiado la verdad de Dios por una mentira (Rom. 3:7; 15:8; 1:25). Pero la verdad misma de Dios reside en Cristo. Él es "lleno de gracia y de verdad ” (Juan 1:14), y es la fuente de gracia y verdad a los hombres ( v. 17). La verdad de Dios es una realidad que se revela en Jesús. La verdad es el conocimiento de Dios por Jesucristo (Juan 8:31f). Tener la Verdad es tener la vida eterna (17:3).

La Vida

Jesús es la vida  para todo el que se arrepienta y crea en Él   para  salvación. Él solo nos salva de la muerte. Cristo es el Libertador de la muerte tanto física como espiritual y eterna. "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. ” (Juan 10:10).  " yo mismo, ” esta Persona divina en nuestra vida, " yo mismo soy la vida. ”
El hombre natural está espiritualmente muerto. Él está sin vida. Todo  gira alrededor del "yo"," mí" y "el mío" en la vida natural del hombre. Él está vivo al mundo, pero muerto para Dios, y las cosas de Dios. Él tiene la existencia terrenal, pero él está muerto espiritualmente. Jesús promete levantar a los muertos. Él da la vida, la vida eterna, a todo los que lo invocan. James Boice escribe, "Si la vida que Cristo da es la vida de Dios, entonces esa vida es la vida eterna. Y el cristiano no puede más fallecer como no puede Dios el Padre. ”
Jesús dijo: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. ” (Juan 5:24). El apóstol Juan escribió: "Quien cree en el Hijo tiene la vida eterna; pero él que no obedece el Hijo no verá la vida, sino la ira de Dios vendrá sobre él ” (3:36).
Jesús prometió la vida "eterna” a todo que creen en Él. "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27-28).


Iglesia Cielo Nuevo y Tierra Nueva

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